Fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
9 feb 2012
Como una ola de frio que recorre la piel
Como un cigarro en dos caladas, como la locura que nos hace subir a lo más alto, como escuchar la respiración más intensa, como tu, como yo. No pensamos en relojes ni calendarios, en cualquier lugar, en cualquier momento, el el más inesperado. Tócame, abrázame, como si no hubiera mañana, como si estuviéramos solos en el mundo. Bésame ¿una calada? fúndete, agarrame con fuerza. Ven, muerdeme, o mejor, deja que te muerda yo. Hagamos de esto un mundo, sólo por un momento. Necesito droga, drogarme hasta reventar. Recorrer cada centimetro de tu piel, contar uno a uno todos los lunares de tu cuerpo. Dejar de lado todo lo demás. Buscar el verso más intenso que jamás hayas escuchado y guardarlo, de postre.
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