Fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
6 feb 2011
calma-te.
Muchos dias solo queria dormir para poder verle en mis s u e ñ o s.
He tropezado dos veces con la misma piedra y justo en el momento que pensé que no lo haría más, vinieron, me empujaron y volví a caer una tercera. He pensado mucho, he odiado , he callado palabras y palabras, que ahora hablan para pedir permiso, por si les dejo salir. He pasado por fases. He creido en todo lo i m p o s i b l e hasta que las metas se mojaron. He disfrutado de todos los detalles. He perdonado lo imperdonable. He tenido los cojones para decir todo lo que pienso. Me he tragado todas aquellas lágrimas solo para poder creer que era fuerte. He tenido momentos de locura, pero al fin, todos fueron calmados.
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quien no piensa, es por miedo a lo que piensa.
ResponderEliminarsi logras ganar la batalla a tus malos pensamientos, podrás pensar sin que duela.
todo esta en librar la batalla.
y tener las armas adecuadas en forma de preguntas.
Has sido la mejor, has aguantado mucho, por eso lo vales Dulce. A veces llorar es lo mejor que puedes hacer en estos casos. Soy partidaria de eso. :D
ResponderEliminarLove U.
Escaldo, tu mismo lo has dicho, quien no piensa es porque no le gusta reconocer lo que piensa, por miedo a todo lo que piensa.
ResponderEliminarEscusas, ya sabes todo. <3
Llorar es todo cuanto queda. Pero proporciona una melancolía que llega a ser placentera.
ResponderEliminarTe regalo mi primer desahogo, para que sepas que no estás sola, que somos muchos los que sufrimos y también nos desahogamos y lo soltamos todo...
Podría encerrarme en una burbuja y no salir jamás,
Pero por desgracia, quieras o no quieras,
Hay que enfrentarse a esta torpe realidad.
A veces cuando estoy sola en mi cuarto
De repente me da por llorar
Y son lágrimas amargas
Que no acierto a consolar.
La vida me está poniendo duros obstáculos
Que por sentirme tan débil no supero.
Todo me sale mal,
Peor aún cuando paro a pensar mis hechos.
He tenido unas amigas estupendas;
Viví todo con ellas.
El sexo masculino aplaudió mi paso.
En el colegio saqué un buen aprobado;
Admiración de mis padres por donde había llegado.
Y sin más ahí está;
Un giro que me proporcionó el fracaso,
Una frágil llama que me incendió el alma.
Entre cenizas sólo ha quedado:
El desprecio de las que compartían mi llanto,
Unos chicos que dejé destrozados,
La tristeza de ver a unos padres
Que sin darme cuenta he fallado.
¿Qué me queda ya que merezca ser admitido?
No lo sé, pero querría descubrirlo.
Cada día me quedan menos fuerzas
Y no puedo luchar contra esta pared que me rodea.
Casi pierdo la esperanza,
La luz que me ayude a volver a ser la misma.
Pero cada vez que me acuerdo de ella,
Del espíritu que recorre las paredes de mi alma,
Vuelvo a sentir un hilo de vida,
Que con 16 años he llegado a pensar que podría perder.
Porque ya lo he vivido todo:
Las pocas alegrías y los inmensos llantos.
Ella siempre lo sabrá,
Desde el cielo me saluda cada día,
Y el cariño que me queda
Me lo dio con su vida.
Las personas pasan a mi lado
Y se van sin despedida.
Lo mismo le pasó a ella,
Pero su despedida se convierte en energía
Cada vez que a mi lado respira.
Me queda su protección frente al dolor.
Yo no sé quién consigue vencer de los dos,
Sólo sé que a veces me castigan.
Lo sé porque mi pena no tiene aún
Un límite al que agarrarse.
Intentando todo por salvarme,
Perdiendo sentimiento por ser mi propia culpable.
Sólo pretendo que la gente me aprecie,
Lo intento de poco en poco,
Porque, ¡duele tanto descubrir
Que para el mundo no eres nadie…!
Nada cambia en sus rostros cuando aparezco,
Será que ya soy mayor para eso.
Y aún sigo contando horas, minutos y segundos
Para intentar que antes pase el tiempo,
Que me consuma entre su olvido,
Que me vaya arrastrando con fuerza el viento,
Y llegar a ese sitio
Que recuerdo ver en sueños.
El lugar más amado que jamás habrá.
Allí donde se pudiera estar a gusto,
Feliz con lo que tienes,
Conforme con la gente que te rodea.
Yo quisiera ser dueña de todo eso,
Pero hay aspectos que jamás superaré.
Lo sé sin saberlo
Y lo veo sin haberlo visto antes.
¡Quiero regalar sonrisas!
Ayúdame tú siendo ya una estrellita,
Sigue dándome tu energía,
Porque si un día llegase donde estás,
Sin morir,
Te regalaría mi vida.