Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre fuma y tose, sin embargo,
se complace en su pecho acristalado.
Comprendiendo sin esfuerzo,
que el hombre se queda, a veces, pensando
y sujeto a tenderse como objeto matutino.
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal.
Necesidad
Examinando, en fin,
las piezas de su pobre desesperación.
Puedes llorar todo lo que quieras
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