Ya no pensaba, ni sentía,
intentaba no desvanecerme en la penumbra...
Pero sentía un excesivo deseo de devorarle en ese momento,
así que le cogí con las suficientes ganas como para que
apoyara su espalda contra la fría pared,
el me miraba con sus ojos satisfactorios y dulces, que a la vez sabáticos
y pensando, creo, que el también deseaba devorarme.
Necesito quererte más que nunca, que todo lo pasado que en olvido caiga.
Lo siento joder.
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