Hoy, a pesar de tantos y tan largos meses, la luna de mi cielo sigue brillando como ahora mismo veo por mi ventana, aun sigo en mi linea y ella ya no sabe que hacer ni que decir, se queda inmovil desapareciendo poco a poco de mi vista.
Pasando por lo que hoy por hoy considero un desierto helado, en uno de los malditos baches
des-afortunados me acordé de ti y de tus maneras. Para bien o para mal, aceptalo.
Y que por mucho que el fuego del infierno de mi ego suba intentando quemarme subiendo por los pies hasta llegar al corazón yo seguiré echandote de menos más que a nada en este mundo, mucho más por encima de un buen polvo, o mucho más por encima que de un concierto de los arctic monkeys.
Mucho mucho más por encima que todos mis recuerdos, de fumar ganja o de nadar por las noches. Te puedo llegar a echar más de menos que cualquier cosa que haya querido con todas mis fuerzas. Por desgracia mucho más que a ÉL. El doble, el triple, y no sigo. Y si sigues sin creerme te triplico mi pequeña apuesta a que en menos de un minuto y medio empezaré a delirar recordandote, casi formando una simple y asquerosa lagrima, porque al fin y al cabo... todas son asquerosas.
Gané, el premio me pertenece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario