Son como los delirios matinales para subnormales.
De un momento a otro me encontré calculando distancias que separaban tu cuerpo del mio.
Tus manos, decididas, tocaron las mias por un par de segundos.
Puedo notar aún como me clavas la mirada cada vez que me tienes a medio metro de ti.
Me deshaces, me tienes por completo.
Si quieres te echo una mano con los cálculos, tengo la teoría y me vendría bien la práctica.
ResponderEliminarPor el resto cuenta dos, o uno, qué sé yo.
Buenas noches, Dulce.