Fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.

4 ene 2012

Chocolate fundido, dulce sin sentido.

El es más de dejar la carta debajo de la puerta,
pero podemos referirnos a que tira piedras y esconde la mano.
¿Hasta que las piedras duelen?
Las piedras no duelen.
Las piedras pican.
Pican de cojones.
Y salgo a defenderme
¿Cómo?
Lanzando piedras para que las cojas.
Es mi turno.
Ahora soy yo quien tira piedras,
y me dejo ver.
¿Hasta que las piedras duelen?
Las piedras no duelen.
Las piedras pican.

Párame ahora o no me pares nunca.

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